domingo, 6 de mayo de 2012

De la Democracia Participativa y Protagónica al, ¡Pa’lante Comandante!

En 13 años y algo de gobierno, Chávez y el movimiento que le sigue ha ido dejando tirados amigos, afectos, dirigentes, hombres y mujeres valiosos y valiosas (para remedar su redundancia de género). Pero también ha ido abandonando algunas nociones y conceptos que fueron tan importantes en los inicios, que se incluyeron, con relevante importancia en el Preámbulo del Texto Constitucional. Tal es el caso de la Democracia Participativa y Protagónica, desaparecida desde hace rato del vocabulario oficial, del repertorio de consignas y slogans de “El Proceso”. Bruno Gallo bruno_gallo@yahoo.com La Democracia Participativa y Protagónica por oposición a la Democracia Representativa, aparecía como la idea-fuerza más importante del proyecto político liderizado por Hugo Chávez a finales de los 90 y principios de su ya muy largo gobierno. Reclamaba para sí la democracia de la calle o democracia directa, la participación de la gente en la vida pública, en la Política en sentido estricto. Exigía acabar con la participación formal, sólo en elecciones y cada tantos años. Y confería a los movimientos sociales, a la gente organizada, el rol de protagonistas de sus destinos y el de la Nación. De pronto y sin mediar explicación el Poder Popular y las Comunas, con la carga Ideológica y léxica de la Revolución Cubana, aparece y se lleva por delante a la imberbe Democracia Directa o Protagónica. Es lógico que así sea, el Poder Popular de los cubanos está lejos de la democracia representativa, y más lejos aún de la democracia protagónica. Es la hija tropical del poder de los Soviets. Los Soviets rusos, en apariencia democráticos Consejos de Pobladores, Campesinos, Soldados y Obreros, que debían haber participado de forma protagónica en el destino de la “Madre Rusia”, terminaron siendo manejados por el Partido. En 1905, el propio Lenin en un debate con Trotsky le plantea que los soviets como forma de organización están muy bien, siempre y cuando estos sean controlados por el Partido. Y el Partido a la vuelta de unos años era Stalin, tal como el Partido Comunista de Cuba está tras el Poder Popular y lo aniquiló, pues el Partido Comunista es Fidel o su hermano Raúl. Así pues y consecuente con una historia de “personalismo revolucionario” (vaya contradicción) la Democracia Protagónica, asesinada y enterrada por la aparición del Partido de la Revolución (PSUV) que dicho sea, no existe sino bajo la conducción única, personalista y mesiánica de Hugo Chávez. Como varios conceptos más, que lucían frescos y prometedores, la Democracia Participativa y Protagónica fue asfixiada por “El Poder Popular y las Comunas”, amorfos conceptos que entrañan una esperanza histórica aniquilada por un colectivismo institucionalizado y domesticado por el PSUV, a su vez obediente a los designios del líder supremo. Sin embargo y para empeorar las cosas, la enfermedad del presidente de la República, devela la provisionalidad conceptual del Proceso y aparece la infausta consigna, PA’LANTE COMANDANTE, que mas allá de una arenga llena de buenos deseos, resume una visión de la política y del desarrollo de la “Revolución” que ya se notaba en consignas de los “colectivos” como: “Con Chávez Todo, Sin Chávez Plomo”, o incluso en la muy repetida UUH- AAH. Lo cierto es que la democracia participativa y protagónica primero. El poder popular y las comunas, aunque fueran bajo control férreo del Partido y las instituciones gubernamentales, han sido asfixiados por el avasallante peso del personalismo político. Ya hace algunos años algunos intelectuales del chavismo habían denunciado la inconveniencia del hiperliderazgo de Chávez, y el mismísimo Presidente se encargo de vapulearlos en un Aló Presidente. La consigna Pa’lante Comandante entraña la ruptura definitiva con las formas políticas en las que la gente cuenta y decide, puesto el líder y sus circunstancias en el centro del debate, puesto el líder como precondición para la sobrevivencia de la revolución, la revolución ha muerto. No puede trascenderse la democracia representativa y “burguesa” allí donde todo lo decide un Líder, no puede haber un poder mas horizontal si la palabra del “Líder” concluye todo debate. Qué clase de partido, qué clase de gobierno, qué clase de país es el que se construye desde un proyecto de Unanimidad con el líder. No hay debate, no hay disenso. Demasiado sospechoso. La improvisación basada en la creatividad del jefe, sustituye todo proyecto. El cambio de rumbo justificado por estados de ánimo o de salud, minan el futuro de todos. Hoy el protagonismo de la gente, el Poder Popular, ha quedado sepultado ante el despliegue enorme de todo cuanto dice o hace Chávez desde Cuba: su enfermedad, sus malestares, su recuperación, su niñez, sus hazañas deportivas. No hay otro protagonismo posible frente a un “liderazgo” de semejantes dimensiones.

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